11 abr 2017

California Love.

Título:  California Love.
Parejas: Bill Kaulitz/Lana Del Rey.
Completa: Sí.









Resumen:

Bill Kaulitz se encuentra por casualidad a Lana, una famosa artista, como él.
 Entre textos que iban y venían, logran por fin encontrarse.

Ambos tienen una pequeña aventura que jamás esperaron que suceda.




...



                                                       Minific.







-Mirate con tu música vintage, sigues siendo el mismo que solías ser cuando te conocí-



 Dice ella soltando una pequeña risa, caminando hacia mí, haciéndose un lugar en la mesa donde me encontraba. Se veía muy hermosa con su vestimenta atractiva y sofisticada. Era extraño, ella terminó   encontrándome en una de las tantas cafeterías de Los Ángeles. ¿Qué hacía por aquí? Nosotros éramos parte del pasado, pero ahora que la miraba a los ojos, me perdía en ellos, sentía que éramos más que  simples músicos, ambos somos el futuro. ¿No era así? ¿Estaba equivocado?¿Qué me pasaba?

El cruce de señales puede resultar confuso, si entre tanto significaba algo más. Cada roce, cada palabra, era suficiente para hacer que me volviera loco. A veces todo lo que hacía ella, era suficiente para hacer que me vuelva loco. El sol reflejándose en sus ojos. Ella se veía tan perfecta y especial en esos momentos.
Nos habíamos preparado, nos habíamos vestido de una manera atrayente para venir aquí a éste sitio. No importaba si anteriormente habíamos ido al trabajo, y de regreso nos habíamos ido hacia la cafetería o tal vez para ir a ningún sitio en particular, no importaba, acaso, ya era una casualidad que nos topemos por éstos lados. Aunque terminamos aquí por coincidencia del destino. ¿Estaba en lo cierto? No importaba nada, porque al tenerla aquí en frente mío, ya era más que suficiente. Aunque ambos éramos jóvenes y estábamos enamorados.
De regreso al trabajo. Todo era rutina. Pero hablando entre tanto, yo estaba dispuesto a hacer algo. Ella estaba dispuesta a hacer algo indecente.
Así que me propuse enviarle un par de textos para sorprenderla, una vez en nuestro trabajo, desde ya que siendo famosa, todo el mundo quería una parte de ella, tanto como yo.





-Ven a buscarme en tu coche.-




 Escribí y se lo envíé de sorpresa sin decirle absolutamente nada de lo que planeaba para ésta noche. Esperaba su respuesta, de un momento a otro sentía que era lo correcto, ambos estábamos sólos y necesitaba algo de compañía. En cuanto esperé las horas suficientes, me puse a pensar. No quería que me decepcionara por nada.




-¡Hey! ¡Hola! Quiero saber quién eres.-



Recibí de inmediato en cuanto dejé el celular en la mesa, el cual vibró. ¡Lo olvidaba! ¡Había cambiado de número!¡Demonios!.



-Soy Bill. Y si estás dispuesta a hacer algo, quiero un pedazo de tu corazón.-



Le envié de inmediato coqueteando.Simples frases que podían ser tomadas a la ligera o no. ¿Acaso importaba? Absolutamente quería verla sin importar las circunstancias de la vida.



-Vamos, vamos simplemente a no hacer nada..dame un pedazo de las estrellas.-


Envió ella. Parecía que ésta noche, era la noche. Íbamos a dar un paseo, quería hundirme en sus ojos de California.



-Estoy dispuesto. ¿A dónde quieres ir?¿Dime qué quieres hacer?¿Dime qué no quieres hacer?-



Bromeé. Me parecía una idea estupenda.
Una vez que llegó. Subí a su auto, era lo mejor cuando ella conducía, porque podía mirarla y apreciar su belleza.
Unas botellas de champaña en el auto y algo de droga ¿Acaso debíamos detenernos? ¡Claro que no!
Dejamos que el frío nos envuelva en sus brazos en la noche, caminamos de la mano y luego corremos hacia el césped. Dirigimos a la vista a la montaña, como super héroes. Atrapamos las estrellas y la luna.
Estábamos muy borrachos, no había ningún sitio al que ir, no había segundas oportunidades en esta galaxia. No podíamos estar juntos. 



- Mira ellos dos que pasean de la mano.-


Dijo ella, mirándome. Estábamos sobre el suelo. Palmeras reflejándose en sus ojos, era como un verano eterno. Así es como me siento por ella. Y si el tiempo se detuviera, haría que este momento
Durara por siempre. Mis manos recorrían su piel expuesta, sobre su blusa desprendida.
Estaba subiendo, subiendo y logrando conectar nuestros labios para poder darle un beso suave.
Mi amor está lleno de fuego ahora.



-Podrías ser tú, podría ser yo.-


Dice ella otra vez acariciando mi cabello, sin dejar de mirarme en ése mismo instante.


- Podríamos bailar música rock despacio. Besarnos mientras lo hacemos-


 Interrumpe soltando una risa, me parecía lo más adorable del mundo.



-¿Tú y yo.?-


Pregunté sin dejar de verla. Me había perdido en sus ojos, en su boca.
 "Tú y yo" ¿Que significaba aquello?





-Cariño, si te quieres ir.. -


Dijo de un momento a otro. Notando mi silencio, aquel silencio que se volvía un tanto incómodo para los dos.




-Ven a California. Sé libre como yo también.-


Le dije contra sus labios, imposible de poder resistirme ante ellos. Suspiré mirando sus ojos. Acaricié su delicada mejilla. "Amarme es todo lo que necesitas..Para sentirte como yo" Pensé.




-La vida tiene sentido cuando estoy contigo-


Dije en una risa pequeña, mi mente era esclava a ella.


-Mirando hacia atrás, a mi pasado..todo lo que éramos, fuímos.. Todo parece más extraño. Así que bailemos cariño, no importa nada. Bailemos con el océano-


Me dijo divertida, levantandose de golpe, invitándome a moverme junto a ella y a danzar frente la luna, aunque perdiera el ritmo en algunos pasos de bailes, siendo torpes por cierto, ella lograba mantener el ritmo de nuestro baile. Ella era tan asombrosa, en toda forma.


-Si te quedas, yo me quedaré para tí -



Dijo. No entendí su expresión, no sabía a qué se refería esta vez.



-¿Y qué.. si te amara hasta el final?-


Le confesé de inmediato, cuando ella dió la vuelta girándose hacia mí. Sus ojos se volvían cada vez más hermosos con la luz de la luna. Si la amara hasta el final, nunca volvería a estar sola. ¿Y sí no?
   Eran las 5 de la mañana, y eso no era nada, estábamos aquí hablando, bailando, caminando de la mano bajo las estrellas.
En cuanto nos volvimos a  meter en el coche, estábamos tan pasados de alcohol, aunque estábamos conscientes de todo lo que hacíamos.

Nos estamos perdiendo en algún sitio nuevo, explorando cada parte de nosotros, pero
al menos sabemos quienes somos.
"Podrías ser tú, podría ser yo". me repetia en mi mente unas cuantas veces mientras me imaginaba a ella y yo de la mano como aquella pareja que había pasado en frente nuestro. ¿Que quería decir aquello?
Ahora sentía que ella estaba llendo demasiado rápido, y yo estaba llegando lejos con todo ésto, quería algo más con ella, y éso era algo imposible.

Necesitaba ir más despacio. Había visto esta carretera antes, pero yo pienso "no" .No me importa. Somos jóvenes y estamos a medio camino de casa.
Sus manos me acariciaron de manera lenta y llegamos hacia el asiento trasero. Entre caricias y sonidos placenteros me dejé llevar, haciéndola mía, brindándole todo lo que tenía para brindarle.
El mundo era de nosotros  ésta noche, no podíamos rechazarlo, estábamos una vez más aquí dentro del auto, en éste sitio desconocido.

Tuvimos muchas experiencias, nosotros habíamos visto tanto frente a nuestros ojos que ya nada nos sorprendía., ambos experimentamos tristezas, pero no significa que hoy debamos abusar y pensar  en ellas.

Teníamos esta última noche. No estaba buscando el amor, sólo estaba buscándola a ella. Me hacía sentir vivo. Aunque con cada suspiro por ella era verdadero, y no tenia nada que esconder.


Cariño, no seas tímida Porque mis besos no te mentirán.-


Le susurré una vez más, haciéndole creer, quizás que la quería para mi el resto de mis días, el resto de mi vida.

Nuestra piel estaba brillando de sudor ligero, todo era calor, los vidrios estaban empañados y ella gemía mi nombre. Estábamos dejando que nuestros cuerpos chocaran con cada movimiento apresurado.


-Hazme volar-

Gimió en un sonido de placer indescriptible, y todo siguió así hasta que terminé dentro de su interior, y callé ahogando un ultimo gemido, posando mi rostro sobre su escote.

Estábamos demasiados drogados para salir del auto, así que nos habíamos quedado dormidos en él, hasta que amaneciera, ya nada iba a ser como antes.



-Debemos volver-


Dijo ella de inmediato cuando nuestras miradas chocaron. Me preparé, me vestí. Todo había terminado. No importaba si no era suficiente para ella. Ella era libre para siempre, tanto como yo. Aunque ahora debíamos ponernos en el rol de músicos, seguir con nuestra vida como normalmente era, aburrida. No estábamos listos para el futuro o las cosas que estaban por venir. Porque era joven y estaba enamorado.



-No te preocupes, cariño-



Dije tomando el control del auto y llevándola de regreso. Todo había sido una simple aventura, que jamás olvidaría en mi vida. ¿Y qué si la amara hasta el final?. Me pregunté para mí mismo. Una pregunta colmada con demasiado misterio, que nunca jamás sabré.






No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.